Otoño. Imperfección, simpleza, transparencia, dulzura... La metamorfosis de un verde caduco, que muda, se transforma, se cae y es arrastrado por el viento. Un símbolo de vida que, ya remitido a mera hojarasca, en algo seco y color ocre, no logra olvidar aquel lejano y difuso punto de partida, en el que fue plenamente él, y fue feliz. Es, simple y llanamente, el vaivén de una dicotomía que sirve como metáfora de la corrupción, bonita o no, que los poderosos cánones e ideales producen en una materia prima débil y ambiciosa. Sí, somos nosotros, y es la moda.
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| Scarf: DIY Globes: Pennys Sweater: Zara Coat: Lefties |
Y es que, en días locos como hoy, en los que quizás saque menos tiempo para hacer un buen post, más elaborado, he de reconocer que me encanta sentarme a buscar viejas fotos que aún no han sido explotadas, y hacer una de mis profundas y algo rebuscadas reflexiones, relacionando lo que pienso, lo que me apasiona y lo que soy.
N.
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Me encantan estas reflexiones tuyas. ¡Todo muy poético! Y cómo me ha gustado siempre la tercera foto, por si no te lo había dicho ya.
ResponderEliminarBuen post, Nieves.
¡Un beso!
Sabes que la reflexiones de nosotros los pericones no pueden por menos que ser profundas querida. Gracias por estar ahí ;)
Eliminary a mi cada vez me gusta más el otoño!
ResponderEliminarYo la verdad lo prefiero al invierno, pero donde esté el calorcito...
EliminarGenial la reflexión, para pararse a pensar unos minutos antes de seguir.
ResponderEliminarLas fotos me han encantado también :)
Un beso!
http://breakfastinthefrontrow.blogspot.com.es/
Gracias guapa. La verdad es que yo necesito de vez en cuando estas dosis de reflexión, pese a que son de lo más personales
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